Esta entrada la estoy escribiendo aquí porque sé que Mai no lee mi blog. Y porque no quiero que sepa que he llorado.
Hoy, Mai no ha venido al colegio y hemos estado algo preocupadas por ella, pero no sabíamos lo que había pasado. Si lo hubiéramos sabido quizás no nos habríamos reído tanto.
Al final del día, una chica se acercó a Saku y habló algo con ella. Apenas oí nada, pero por la cara que ponía ella, no debía de ser nada bueno.
Saku se acercó a mí. Me susurró algo.
-''El padre de Mai murió ayer. Hoy ha sido el entierro.''
¿Mi primera reacción? Se me llenaron los ojos de lágrimas. No las dejé salir, pero estaban ahí.
La otra María y yo emprendimos el camino a casa.
Ella iba consolándome, diciendo que se recuperaría. Pero casi ni la oí.
Imagínate que eso le hubiera pasado a tu padre. Yo no podría volver a hacer vida normal. Y si lloro porque ha ocurrido esto, (que a él no le conocía de nada, ni de vista) imaginaos lo que ocurriría si a mi padre...
No puedo más.
Quiero saber cómo se encuentra Mai. Y sobre todo no quiero que se hunda. Ella es fuerte y puede salir de esto.
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